15 de marzo de 2012

Advertencia

Marcos rodaba y rodaba… Era imposible librarse de su propio nudo corporal. La puerta, quieta. La lluvia, seguía cayendo y golpeando las ventanas.

Entre tantos círculos concéntricos, golpeó la mesilla en la que reposaba el teléfono. El teléfono cayó a unos centímetros de su cabeza. Marcos lo miro perplejo, como si eso fuera la única salvación de su humana atadura, de su cuerpo transformado en cadenas…

Trató de girar en esa dirección… Cuando llegó a escasos centímetros de su posible salvación… Vio que el teléfono ya estaba llamando… Al 626523415… Era su propio número Telefónico…

- Dígame. – Sonó al otro lado.

- ¿Es usted Marcos peña? – Dijo nuestro atrapado amigo.

- Sí, soy yo. ¿Quién es?

- …

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